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“Sigo la gloriosa carrera de las armas sólo para lograr el honor que ellas dan, para libertar a mi Patria y para merecer las bendiciones de los pueblos” Simón Bolívar.

sábado, 13 de febrero de 2010

Una respuesta de altura

En la edición del diario Quinto Día del 5 al 12 de Febrero de 2010 fue publicada un extracto de una carta que un grupo de distinguidos SOPC dirigieron a los Generales de la FAV Hung y Andara.

En la edición de la semana anterior, estos Oficiales concedieron un entrevista a ese
semanario, dando sus opiniones acerca de la decisión del Presidente Hugo Chávez de elevar a nuestro gremio a la categoría de Oficiales Técnicos.

Aunque los términos en que se expresaron los Generales fueron (usando los términos usados por los redactores)"innobles y desconsideradas", nuestros distinguidos compañeros de Gremio le contestaron con una altura propia de quienes tienen un alma grande.

A continuación, el texto íntegro de la carta


Caracas, 2 de febrero de 2009.


Señores
Generales de División de la Fuerza Aérea Venezolana
Jesús Emilio Hung Abreu y Manuel Andara Clavier
Presente.



Señores generales:

Fortalece el alma de todo aviador militar, en especial de aquellos que nos hallamos en la honrosa situación de retiro, el volver nuestro recuerdo al tiempo hermoso de nuestras vidas bajo la sombra tutelar de la siempre amada Fuerza Aérea Venezolana. Se nos viene a la memoria cómo nació; de qué manera ha venido construyendo su destino; quiénes fueron aquellos valientes pioneros, auténticos adelantados, que se abrieron camino ante lo nuevo, lo incierto y lo desconocido; quiénes han sido sus entusiastas forjadores a todo lo largo de su devenir; y, de manera especial, cómo la sangre del Teniente Vicente Landaeta Gil y del Sargento Arturo Betancourt, respectivamente el primer piloto y el primer mecánico muertos en accidente aéreo, hermanaron la vida con muerte, para sellar una unión, que, en el marco de la disciplina la obediencia y la subordinación, pilares del deber ser en la natural relación superior-subalterno; y de la consideración y el respeto mutuos - y aun de la amistad personal, en el plano humano -; se dio (y quiera Dios se esté dando todavía) entre el oficial y el suboficial profesional de carrera, para honrar el valor moral que supone el trato entre los “caballeros del aire”, en una organización de aquilatadas virtudes institucionales, como lo es la hoy Aviación Militar Bolivariana.

Cuando hablamos de unión damos por perfectamente válida la circunstancia histórica de que la aviación militar venezolana nació, creció y se desarrolló al alimón; es decir, como producto del trabajo que de manera conjunta y entrelazada realizan al mismo tiempo el oficial y el suboficial profesional de carrera. Conjuntamente, pues, se ha venido cristalizando un trajinar fecundo dirigido a darle forma, sentido y trascendencia al cumplimiento de una misión patria, desde el mismo 10 de Diciembre de 1920, hasta nuestros días. El Historial institucional registra páginas que nos colman de profundas motivaciones espirituales, al ver que en esa noble misión se han confundido sudores, lágrimas y sangres en un solo haz de coraje ante el dolor compartido, cuando el destino ha llamado al piloto y a su inseparable compañero de vuelo, el “mecánico”, a formar parte del Escuadrón de Héroes.

Los suboficiales profesionales de carrera fuimos, y así lo estamos, altamente preparados para ser los auténticos técnicos que de manera eficiente y reconocida en todos los terrenos, manejamos el gran abanico de especialidades aeronáuticas que perfilan la operatividad de los diferentes sistemas de armas con que cuenta nuestra aviación militar. En este contexto real, estamos conscientes de dos aspectos fundamentales: el uno, de que nuestro papel, si no tan notado como el de los oficiales, no es menos virtuoso, ni menos meritorio ni menos honroso. Entre no ser tan importante, pero sí muy útil, a todo evento, está lo que a veces se suele decir, inclusive, con palabras que en muchas personas llevan la carga connotativa de lástima: la humildad. El otro aspecto es que nosotros estamos claros de que el prefijo SUB responde única y exclusivamente para distinguir nuestro grado militar del de los señores oficiales; que no para cualificar nuestra condición humana, intelectual, social y familiar, etc. etc. Empero, el exceso de orgullo hasta irracional en unos, y el complejo de inferioridad hasta dramático en otros, dio pie para que, ciertamente, lo de SUB llegase, desafortunadamente, en muchos compañeros, a pesar cual un estigma humillante de “inferioridad”; estigma del que nunca pudieron librarse, para el gozo del ego de quienes, desde su posición jerárquica, lo supieron crear y alimentar.

Estas reflexiones las hacemos, señor General Hung, señor General Andara - muy a nuestro pesar, vale decir -, por las declaraciones que ustedes dieron a la periodista Sebastiana Barráez Pérez, en el semanario Quinto Día, en su edición del 22 al 29 de enero recién pasado. Declaraciones que no dudamos de calificarlas como destempladas, mezquinas, soberbias y no poco ofensivas.

Nosotros estamos en capacidad de entender sus desacuerdos a rabiar con el señor Presidente de la República y con sus decisiones políticas, eso es harina de otro costal; es más - y conviene que se los digamos para que no haya tergiversaciones ni se le dé a esta carta otra connotación distinta del interés específico que nos ocupa, cual es el de ir en defensa de la dignidad de la honrosa suboficialidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana -; entre los firmantes de este documento hay corrientes de simpatía, digamos, bien por el Gobierno y por la oposición, respectivamente. Así que queda descartada cualquier otra calificación de motivos.

En efecto, con la intención de criticar la decisión del señor Presidente de la República en relación con el pase de los señores suboficiales profesionales de carrera a la condición de oficiales técnicos, el General Hung se da a la tarea de descalificar a nuestros compañeros: “Para ganarse gente –afirma el General- que soportara la cantidad de barbaridades (...) tienes que ofrecerles algo, y eso era comprarlos (...), es decir, ofrecerles al subalterno lo que no le corresponde y para lo que no está preparado”. Díganos, General Hung, ¿en realidad de verdad, los SOPC se vendieron? Y por otra parte, ¿no está preparado un SOPC para ser un oficial técnico? ¿No está? ¿Recuerda usted el caso de los oficiales no pilotos, graduados de... ¿especialistas?, que fueron destinados a la Escuela Técnica FAV a hacer algún curso para darles el nivel de oficial técnico? ¿En rigor, hicieron su carrera como técnicos de verdad, verdad?

Más adelante usted vuelve a enfilar sus baterías contra los SOPC, y afirma: “Una cosa tan técnica, pues por cada piloto que está en el avión, se encuentran 40 subalternos dándole soporte técnico a ese avión para que vaya al aire; esa gente que está abajo arreglan los cauchos del avión, lo limpian y lo acomodan. Ahora, ¿quién queda haciendo ese trabajo?”. No pueden ser tan desconsiderados y peyorativos estos conceptos. Y humillantes, sea dicho de paso.

Para usted, general Hung, la expresión de alta complejidad técnica y tecnológica que se da en las especialidades aeronáuticas, por ejemplo: Mantenimiento, Logística, Meteorología, Armamento, Sanidad Aeronáutica, Inteligencia, Administración de Personal, y un largo etcétera), las cuales hacen posible que tanto el avión como el piloto y los demás tripulantes, según el sistema, cumplan felizmente la misión de vuelo, se reduce a que... “esa gente que está abajo arreglan los cauchos del avión, lo limpian y lo acomodan”. De repente para usted el arreglar los cauchos del vehículo que se utiliza, y limpiarlo, es cosa para pardos, y no para mantuanos...

En todo caso, “esa gente” que tan despectivamente usted pretende descalificar, ha dignificado, honrado y exaltado a la especialidad emblemática por excelencia dentro de nuestro contexto institucional, la de MECÁNICA DE AVIACIÓN, la clásica INGENIERÍA DE VUELO.

Las manos callosas y las bragas manchadas de grasa y de aceite de tártago de los mecánicos de los legendarios CAUDRON G-3; y así las de los cientos de compañeros en todos los sistemas de armas al través del escalón de progreso de nuestra institución, sembraron la simiente de una identidad institucional, de un espíritu de vuelo, de un sentido de pertenencia, de una entrega total a la Fuerza Aérea Venezolana y de un amor patrio.

“Esa gente” creó una escuela de trabajo, forjó una mística de servicio y fue ejemplo de las más calificadas actitudes y aptitudes profesionales. En nada sintieron vergüenza ni se rebajaron como personas y como calificados profesionales, si es que les tocó “arreglar un caucho y limpiar un avión”, hombres de la talla de auténticos maestros: Teodoro Rivas, Alipio Paredes, Sulbarán Balza, Rafael Araujo Sardi, Héctor Mendoza Berroterán, José Fuenmayor, Pedro Rafael Isculpi, los “morochos” Vargas, Arévalo Silva, Lara Carrillo, Jesús Penso Sánchez, Gustavo Palacios, Angel Gamboa, Rafael Luengo Lugo, Fortis González, Isaías Boscán, Jhonny Barrios, Andrés López Ruiz, Pedro T., César Hernández Arvelo, Marco Edecio Hernández Sandoval, Cervelión Patiño Heredia, Albino Bracho, y otros más, muchos más...


Cuando usted se pregunta: “¿ahora, quién queda haciendo ese trabajo?”, es decir: “arreglar un caucho y limpiar un avión”, no se preocupe, General, porque esa sucia e indigna tarea profesional jamás la hará un señor oficial de comando; esas son cosas para “esa gente de abajo”.

El General Andara no fue menos ácido; para él le resulta “terrible” el pase de los SOPC a Oficiales Técnicos... “porque eso es querer mañana convertir a los enfermeros en médicos”; y “porque si el SOPC hubiese querido ser oficial entra por la Academia Militar, por la escuela de Fuerza Aérea, por la Naval, o la que sea. Un oficial técnico no piloto entró con un menor grado de instrucción”. Tanta mezquindad no puede haber.

En lo que concierne a lo estrictamente técnico, usted lo sabe, General Andara los “enfermeros” han superado con creces a los “médicos”. Nómbrenos usted, uno, aunque sea un solo “médico” (léase oficial) de mantenimiento que sea mejor o haya sido mejor, o tan bien calificado, que cualquiera de los compañeros (“enfermeros”) arriba nombrados, o que alguno de los que se hallan en servicio activo. De las otras especialidades la lista de nuestros brillantes compañeros es larga. Pero la idea no es establecer comparaciones chocantes, para nada, pues en todo caso la digna oficialidad nos merece el más absoluto respeto.

En cuanto a que “si el SOPC hubiese querido ser....”, hay hechos históricos irrefutables. Primero, no olvide que la EAM formó hasta 1949 a los pilotos y los especialistas; eran cadetes igualitos, completamente igualitos: el mismo uniforme, la misma comida, las mismas aulas, el mismo trote...

Pregúntele al señor General de División Maximiliano Hernández Vásquez, quien en varias ocasiones ha dicho: “yo pude ser un excelente especialista en mecánica, como varios de mis compañeros de estudio que se quedaron como SOPC; y éstos pudieron ser excelentes pilotos , si hubiesen tenido vocación para el pilotaje, si les hubiese gustado volar; pero prefirieron ser unos señores técnicos”. Usted nunca se ha preguntado: “¿cómo pudieron ser pilotos, los pioneros, si acaso tenían un cuarto grado?; “¿cómo pudieron ser pilotos unos muchachos de la Escuela de Clases de la Grita, (es decir, troperos) que no pasaban de sexto grado, cuando más?”; y “¿cómo llegaron a ser pilotos y alcanzar el grado de General de División y aun ubicarse en la cima del liderazgo institucional, inclusive uno de ellos cual comandante general de la FAV, hombres que antes de ser oficiales fueron suboficiales? ¿Usted no cree, general Andara, que la mezquindad, el egoísmo y la mala administración del recurso humano hicieron posible que la institución dejara de formar pilotos egresados de los cuadros de la suboficialidad? ¿Cuántos buenos pilotos no quedaron frustrados por el prurito de ser SUB?

Para terminar, ¿sabía usted que muchos, muchos, SOPC de nuestra institución y de otros componentes, aun antes de su pase a retiro, eran tremendos pilotos; y que ya en la vida civil se destacaron en sistemas de ala fija o rotatoria, así en aviones a reacción?

Señor general Andara, señor general Hung:

La infeliz circunstancia producto de su actitud hostil contra los oficiales técnicos; y sus declaraciones innobles y desconsideradas para quienes fueron sus leales compañeros de armas y en mucho los ayudaron a ustedes a alcanzar el generalato y a escalar sus posiciones de mando; nos han obligado por gajes de una hermandad sentida en lo profundo de nuestros sentimientos y de nuestras convicciones, a hacer pública esta carta.

Créannos que nos duele cómo se viene ofendiendo a nuestros compañeros que ya son Oficiales Técnicos, vale decir, nuestros alumnos; cómo se les humilla.

Definitivamente ellos no tienen la culpa de la decisión que tomó el señor Presidente de la República. ¿Ustedes, los oficiales de comando, acaso no nos enseñaron de manera imperativa que “la superioridad nunca se equivoca”; que “el superior siempre tiene la razón”? ¿Entonces? ¿Quién es el Comandante en Jefe? La superioridad debe cuidar mucho y mantener siempre en alto, la moral de sus hombres; porque cuando la moral se resquebraja, cuando la moral cae, todo se destruye.

Repasen, ¡por favor!, a Karl von Clausewitz, tan nombrado por muchos de mando, pero tan poco leído por los más de comando: “El valor de las fuerzas morales y su influencia, a menudo increíble, están muy bien ejemplificados en la historia. Lo físico no es nada más que el mango de madera, mientras que lo moral es el metal noble, la verdadera arma, brillantemente pulida”.

Atentamente,


MT1 Guillermo Reyes, Juan Alberto Jaimes, Rafael Aguiar, Francisco A. Jaime y Rafael M. Armas; MTS Gustavo Palacios, Luis Alirio Ibarra, Danilo E. Rodríguez, José Elpidio Méndez, Carlos Mictil Mena y José F. Escobar



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COMENTARIOS

9 comentarios:

  1. Respuesta de Altura. Les felicito. A nuestros gloriosos y respetados SOPC. Y ojo esto lo escribe una persona de la vida civil, pero que comparte su punto de vista. Un Caluroso saludo de alguien que los "Admira y Respeta".
    Henry Leòn.

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  2. CON TODO EL RESPETO A LOS DOS GRUPOS TANTO A LOS SUBOFICIALES QUE PRONTO MUCHOS DE ELLOS SEGUIRAN PASANDO A OFICIALES TÉCNICOS Y A LOS OFICIALES QUE VIENEN EGRESADOS DE LA ACADEMIA MILITAR, NO SE CREAN LOS OFICIALES DE ACADEMIA QUE POR VERSE GRADUADOS AHÍ SON LA ÚLTIMA PEPSI COLA DEL DESIERTO Y SI SIENTEN LIBRES DEL PECADO ACADEMICA QUE TIREN LA PRIMERA PIEDRA, PUES EN LA CADEMIA MILITAR DE VZL,EN SU INMENZA MAYORIA DE LOS HOMBRES Y MUJERES QUE SE GRADUAN NO LO HACEN POR MERITOS PROPIOS O PORQUE SON LOS MEJORES SÓLO QUE ALLÍ EXISTE LO QUE MUCHOS CONOCEMOS COMO PALANCA, QUE SI MI TIO ES GENERAL FULANO DETAL, QUESI PEDRO PEREZ ESTA EMPATADO CON MI TIA, QUESI OPERACIÓN COLCHON, ASI COMPAÑEROS TÉCNICOS LOS FELICITOS POR ESA CARTA AUNQUE DE SEGURO QUE A MUCHOS DE QUIENES LEAN ESTE COMENTERIO NO LES GUSTE PORQUE ME SETOY REFIRIENDO AL CONGLOMERADO MILITAR, PERO AL QUE NO LE GUSTE QUEDESE COMO TÉCNICO Y QUE CONTINUEN ESTOS APATRIAS IRRESPETANDO A LOS HOMBRES Y MUJERES QUE HOY SON TÉCNICOS PERO QUE MAÑANA SERÁN OFICIALES.

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  3. Muy bien merecido se tiene ese honor y hacer ver a los Oficiales Graduados en las diferentes Academias que nosotros a lo largo y ancho de nuestra carrera no llevamos ningun merito por los esfuerzos realizados en cada una de nuestras labores y que siempre son ellos quienes se llenan de gloria y nosotros sin una palmada en el hombro por lo menos seguiamos haciendo nuestro trabajo, arriba y seguiremos venciendo

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  4. Gracias por tan noble respuesta. Dios los bendiga y hoy mas que nunca me siento orgulloso de ser un sub-oficial profesional de carrera, en la honrosa situacion de retiro.

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  5. Esa es la respuesta que hay que darles a quienes confunden una cosa con la otra o sea lo llevaron al plano politico y creen que son ellos los unicos que deben recibir todos los meritos, lo mas triste es que uno de los que hicieron estas argumentaciones es uno de los oficiales mas corrupto que ha pasado por la fav. Vida y Fuerza para los señores OFICIALES TECNICOS

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  6. Una respuesta de altura, de unos hombres de altura sin duda, muchos de ellos tuve el honor de compartir bajo sus órdenes, en los hangares de mantenimiento y otras especialidades de la FAV, sin duda estos señores oficiales, parece que perdieron sus 30 años de servicio, menospreciando de esa manera a los que en algún momento los apoyamos dada la estructura de mando a la cual gustosamente nos subordinamos, los hizo ascender y alcanzar los cargos que obtuvieron, imáginese por un momento estso señores solos sentados en un escuadrón, con los aviones en la línea de vuelo, que sería de ellos sin el músculo que mueve a la poderosda arma aérea, no quiero proferir ningún tipo de insulto o descalificaciones a estos señores dada la formación que recibí. En fin no me queda más que agradecer a mis superiores OFICIALES de esta respetada promoción que se hizo sentir en la FAV, la VILORIA VIELMA, saludos a todos sus integrantes.

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  7. Si bien es mezquino y despotico pretenderse por encima de los demas, la organizacion militar es piramidal y el termino SUB no es denigrante para nada, de hecho los hoy oficiales tecnicos siguen siendo superiores a otros miembros de la fuerza que a ellos les deben respeto y consideracion por ser sus SUBordinados... recordemos que para llegar a generales algunos debieron empeñar el honor, la dignidad y hasta las esposas... pero a Maestro Tecnico Mayor siempre se llego por meritos y una limpia hoja de servicios.

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  8. Wao que parte más ofensiva el último comentario de ese señor maestro mayor empeñar las esposas que faltaba de respeto en el reino de Dios hay de todo Sres oficiales y señores oficiales técnicos así como malos oficiales y malos oficiales tecnicos y eso de que a maestros técnico mayor se llegó por mérito nada más y una hoja limpia es una falacia también llegaron los compadres y amiguitos de generales que no cumplían con los méritos aquí nos conocemos todos y debemos respetar y cuidar el lenguaje saludos señores oficiales.

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