Ayer 10 de Febrero inició su transito hacia la eternidad nuestro compañero Juan Ramón Lugo Fernández. Después de luchar tenazmente contra un enemigo implacable que fue minando su fortaleza, entregó su alma al Señor.
Buen hijo, buen estudiante, buen compañero, excepcional deportista, mejor amigo y sobre todas las cosas, esposo y padre excelente, Juan Ramón era de esas personas que todo lo hacía bien, pero rodeado de tanta humildad que no hacía bulla: ese era su estilo.
De la Escuela militar, todos lo recordamos callado y cumplidor, siempre dispuesto a la ayuda desinteresada y a cumplir sus actividades con exactitud. A veces dejábamos de verlo, porque como era Electrónico, estaba junto a nuestros demás compañeros de esa especialidad en el laboratorio desde las 08:00 a.m. hasta las 20:00 hrs.
Fue siempre puntal del equipo de béisbol de la Escuela Técnica junto a González Núñez, Lugo Medina, Hilven Escalona (su pupilo) y otros, que siempre peleaban los Interunidades. De allí saltó a la selección de la FAV, donde siempre fue etiquetado por Fabio y los demás entrenadores de la disciplina como “rendidor y disciplinado”.
Como profesional, siempre trabajó fuera de su casa y lejos de su familia: primero en Sicodena, después en Siemens y por último en PDVSA. Y aquí cualquiera puede pensar: Ah, pero es que era de la élite que trabajaba en PDVSA. Pues resulta que para entrar en la petrolera estatal, cuando el paro petrolero fue de los que acudieron al llamado para recuperar el área de telecomunicaciones de la empresa que mantiene al país.
Allí estuvo casi dos años sin cobrar y su familia tenía que sacrificarse y apoyarlo económicamente para que el pudiera ir a la zona occidental a trabajar, pagar residencia y su alimentación. Ese era el sentido del deber de Juan Ramón Lugo Fernández y si tuviéramos mil como él, este país fuera otro.
Deja Juan Ramón una familia ejemplar: su esposa Noemí, quien siempre sacrificó el tenerlo a su lado para que él pudiera cumplir con la misión de un trabajo bien hecho; sus hijos Juan José, Yetzenia y Juan Carlos, su nieto Raymond muchachos ejemplares, trabajadores, de buen corazón…Y humildes como su papá. Ah, también solidarios ¡Como lucharon su esposa y esos muchachos por su papá!. Y Juan Ramón cumplió la labor primordial de todo ser humano en la tierra: sembró en su querido Yaracuy tres semillas que se han transformado en personas que difundirán en su diario trajinar los valores que les inculcaron su mamá y su papá.
Y nosotros, tus hermanos del Regular 1 y de la gloriosa Promoción Viloria Vielma sentiremos el vacío que dejas con tu ausencia. Alli estuvimos acompañandolo en su velorio y su sepelio Rubén Torrealba,Luis Arguello Zambrano,Miguel Moreno Diaz,Alexis Coa Estanga,su señora madre, Su esposa Miriam y sus hijos;Reinaldo López Borges y su esposa Mimi(quienes donaron una bella corona a nombre de la Promoción) y Leandro Gimenez y su esposa Xiomara.
De la Escuela militar, todos lo recordamos callado y cumplidor, siempre dispuesto a la ayuda desinteresada y a cumplir sus actividades con exactitud. A veces dejábamos de verlo, porque como era Electrónico, estaba junto a nuestros demás compañeros de esa especialidad en el laboratorio desde las 08:00 a.m. hasta las 20:00 hrs.
Fue siempre puntal del equipo de béisbol de la Escuela Técnica junto a González Núñez, Lugo Medina, Hilven Escalona (su pupilo) y otros, que siempre peleaban los Interunidades. De allí saltó a la selección de la FAV, donde siempre fue etiquetado por Fabio y los demás entrenadores de la disciplina como “rendidor y disciplinado”.
Como profesional, siempre trabajó fuera de su casa y lejos de su familia: primero en Sicodena, después en Siemens y por último en PDVSA. Y aquí cualquiera puede pensar: Ah, pero es que era de la élite que trabajaba en PDVSA. Pues resulta que para entrar en la petrolera estatal, cuando el paro petrolero fue de los que acudieron al llamado para recuperar el área de telecomunicaciones de la empresa que mantiene al país.
Allí estuvo casi dos años sin cobrar y su familia tenía que sacrificarse y apoyarlo económicamente para que el pudiera ir a la zona occidental a trabajar, pagar residencia y su alimentación. Ese era el sentido del deber de Juan Ramón Lugo Fernández y si tuviéramos mil como él, este país fuera otro.
Deja Juan Ramón una familia ejemplar: su esposa Noemí, quien siempre sacrificó el tenerlo a su lado para que él pudiera cumplir con la misión de un trabajo bien hecho; sus hijos Juan José, Yetzenia y Juan Carlos, su nieto Raymond muchachos ejemplares, trabajadores, de buen corazón…Y humildes como su papá. Ah, también solidarios ¡Como lucharon su esposa y esos muchachos por su papá!. Y Juan Ramón cumplió la labor primordial de todo ser humano en la tierra: sembró en su querido Yaracuy tres semillas que se han transformado en personas que difundirán en su diario trajinar los valores que les inculcaron su mamá y su papá.
Y nosotros, tus hermanos del Regular 1 y de la gloriosa Promoción Viloria Vielma sentiremos el vacío que dejas con tu ausencia. Alli estuvimos acompañandolo en su velorio y su sepelio Rubén Torrealba,Luis Arguello Zambrano,Miguel Moreno Diaz,Alexis Coa Estanga,su señora madre, Su esposa Miriam y sus hijos;Reinaldo López Borges y su esposa Mimi(quienes donaron una bella corona a nombre de la Promoción) y Leandro Gimenez y su esposa Xiomara.
Juan Ramón de algo estamos seguros: Eras callado, sencillo y humilde…Pero siempre sabíamos de tí porque eras de esas personas especiales que disfrutan más de dar que recibir y de las que uno nunca espera nada malo. Y hoy que no estás, te aseguro que te vamos a extrañar cada día de lo que nos queda de vida.
Que Dios Todopoderoso te acoja en su seno y guíanos y ayúdanos desde allá, amigo, compañero, hermano…
Que Dios Todopoderoso te acoja en su seno y guíanos y ayúdanos desde allá, amigo, compañero, hermano…
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